En el último año, el comercio electrónico adquirió mayor relevancia a raÃz de la transformación digital que supuso el covid-19 en el modelo productivo de los paÃses. Aún asÃ, es clave tener presente que detrás de esta modalidad que adquiere cada vez más protagonismo hay una serie de modernas tecnologÃas que soportan su funcionamiento.
El comercio en lÃnea seguirá creciendo. De acuerdo con la plataforma digital de estadÃsticas Statista, para 2025 el e-commerce moverá el 30 por ciento del comercio mundial y se estima que las ventas mediante este canal crezcan a una tasa del 17 por ciento cada año hasta 2023.
Asà quedó demostrado en un reciente estudio realizado por Mercado Libre, compañÃa lÃder en comercio electrónico en América Latina, y la consultora Trendsity, en el que se encuestaron alrededor de 1.000 emprendimientos. De acuerdo con los resultados de la investigación, el 94 por ciento de los encuestados afirmó que los canales de venta online son más relevantes que nunca para llegar a potenciales clientes. Además, el estudio detalló que siete de cada diez ventas se realizan de manera virtual en la región y que el 91 por ciento de los encuestados considera que las plataformas de ventas digitales serán claves para la recuperación económica.
Ante este panorama, vale la pena destacar que las tecnologÃas utilizadas para el comercio electrónico que son indispensables, estos son recursos como el cloud computing, la Inteligencia Artificial (IA) y el blockchain, pues posibilitan la viabilidad del comercio electrónico.
El cloud computing –o nube computacional– es uno de los recursos tecnológicos más llamativos para las empresas al momento de ofrecer sus productos y servicios a través de canales digitales. Esto se debe a las oportunidades que la nube ofrece, tales como la amplia escalabilidad y flexibilidad de sus entornos dependiendo de los requerimientos del usuario y su negocio; el fácil acceso a los recursos y contenidos alojados en ella; y a la enorme capacidad que ofrece para almacenar datos e información.
Los emprendimientos que alojan sus canales de venta en la nube, utilizan este recurso tecnológico –principalmente– en sus modalidades Software as a Service (SaaS) y Platform as a Service (PaaS), servicios que los grandes arquitectos en nube como Google Cloud, Azure y Amazon Web Services ofrecen. En la categorÃa de SaaS, se encuentran sitios como Netflix, Facebook, Instagram y YouTube, plataformas en las que se almacena contenido consumible bajo demanda y a través de una simple conexión a internet. PaaS, por su parte, hace referencia a servicios de la nube dirigidos a programadores que desarrollan aplicaciones digitales y que necesitan de una infraestructura que permita el funcionamiento de la app.
Los canales alojados en la nube han hecho que en los últimos años esta tecnologÃa sea la más factible para los pequeños emprendimientos que cuenten con limitados recursos para promover sus servicios o productos en la virtualidad. En la mayorÃa de casos, los servicios que ofrecen las nubes de los grandes proveedores son cancelados mensualmente y algunos, incluso, cuentan con sistemas que calculan el consumo exacto de almacenamiento en la nube para lograr cuotas de pago más precisas.
Es fundamental entender que la transformación digital también involucra desafÃos y obstáculos a la hora de aprovechar las nuevas tecnologÃas. El auge del e-commerce, por ejemplo, significó una oportunidad para los cibercriminales que aprovecharon la coyuntura para realizar fraudes al momento de realizar una compra virtual. Ante ese panorama, tecnologÃas como la Inteligencia Artificial y el machine learning han sido empleadas recientemente para robustecer los estándares de seguridad virtual y generar confianza durante el proceso de compra.
Las ventajas de utilizar la IA y el machine learning durante el proceso de compra en lÃnea radica en su capacidad de detectar fraudes, pues valida y perfila con mayor precisión a los compradores y sus acciones online gracias a la Inteligencia Artificial. Además, el sistema no solo detecta patrones sospechosos en los movimientos que se realizan en lÃnea, sino que además aprende nuevas modalidades de fraude basándose en la lectura automática de patrones de comportamiento digital, caracterÃsticas del machine learning.
El blockchain (cadena de bloques) es una tecnologÃa que hace referencia a la encriptación inteligente de datos e información en nodos de una misma red. Este tipo de herramienta nace de la necesidad global de producir, gestionar y almacenar de manera segura información derivada –principalmente– de las operaciones mercantiles. Para esto, los ordenadores se convierten en los responsables de gestionar esa información, pero ante la vulnerabilidad que estos sistemas presentan en cuanto a hackeos, el blockchain aparece como la solución ideal para ese tipo de problemas.
La cadena de bloques representa una oportunidad llamativa para las compañÃas con operaciones como las del sector retail, pues facilita la supervisión de las operaciones en la cadena de suministro y entrega de un producto, entre otras tareas. En ese sentido, el blockchain posibilita, por ejemplo, la atención personalizada de las necesidades de un cliente especÃfico, asà como el rastreo de la entrega del producto a lo largo del proceso de compra.
Frente al auge del comercio electrónico en el último año, el blockchain ha sido una oportunidad para mitigar el ataque de los llamados ‘bots’ cibernéticos, estructuras virtuales que simulan ser humanos e interfieren en el correcto funcionamiento de los portales de venta digitales e, incluso, en los anuncios publicitarios.
La utilización de la nube computacional, asà como de la Inteligencia Artificial y el blockchain en el e-commerce, demuestra que la transformación digital es un proceso integral que exige una constante evolución, innovación y recursividad. Aún asÃ, para tener éxito en la implementación de este tipo de tecnologÃas es necesario contar con el acompañamiento de socios tecnológicos como TIVIT, pues conoce las necesidades de los negocios y formula una solución digital eficiente ante los requerimientos especÃficos de cada cliente.