Pablo Prieto: “Este es un desafío que nos invita a todos a adaptarnos”
“Perú es muy atractivo no solo para los temas de transformación digital sino para los distintos sectores”, afirma el gerente general de Tivit.
El próximo domingo, el Gobierno podría levantar la cuarentena impuesta desde hace 50 días para evitar la propagación del coronavirus. Aun así, las medidas de distanciamiento social e higiene se deberán seguir acatando para protegernos del contagio. ¿Cómo podremos volver a trabajar en estas circunstancias?
El papel de la tecnología juega un rol importante, la pandemia ha impulsado de golpe la tímida transformación digital que venía avanzando en nuestro país. El gerente general en Perú de la empresa de tecnología Tivit, Pablo Prieto, explica los retos que tienen los distintos sectores para reiniciar sus actividades y lograr los niveles de producción con los que han operando desde antes del COVID-19.
Prieto es optimista y de voz es serena; hace siete años que llegó de su natal Chile junto a su esposa peruana. Empezó a trabajar en la transnacional brasileña desde que estaba en la universidad y ha pasado por diversas áreas de la empresa. Desde su casa en Surco, el experto nos dice que confía en que sabremos sortear esta época tan dura que nos ha tocado vivir.
Pablo Prieto, gerente general de empresa TIVIT. (Foto: Ángela Ponce)
¿El Perú es un mercado atractivo para hacer negocios relacionados a la digitalización?
En Perú la operación de Tivit viene desde fines de los años 90, hemos vivido diferentes procesos junto al país. Hoy en día, no es un secreto para nadie que esta es una de las economías más sanas de la región. Perú es uno de los países más estables y con mayores proyecciones de crecimiento. Eso es muy atractivo no solo para los temas de transformación digital sino para los distintos sectores. Para este año, veíamos una proyección de crecimiento en torno al 3.25%, que si bien la coyuntura hará que estas cifras se ajusten y bajen, se ve que habrá un rebote al 2021. Sumado a eso, es un país donde la cultura es muy acogedora.
¿Cuál es el principal motor que ahora impulsa la digitalización?
Si bien en la región los procesos de transformación se han venido desarrollando en los últimos años, todavía hay muchas oportunidades de acelerarlo. Hay una alta población joven que tiene mucha facilidad para acceder a la tecnología, a diferencia de hace 10 o 15 años. Yo tengo dos hijos, una de 5 años y mi hijo de un año y medio. Mi hija, que está en kínder, ya se está viendo enfrentada a tomar clases virtuales, cosa que en nuestra generación era algo impensado. Eso hace que todos nos tengamos que adaptar más rápido y le coloca desafíos a las empresas.
¿Qué herramientas son más útiles para estos momentos?
Las circunstancias han hecho que herramientas de colaboración virtual, servicios en la nube, se utilicen más. Antes la tasa de adopción digital era muy tímida comparada con todo el potencial que había. Esta pandemia lo está acelerando porque necesitamos darle soluciones al ciudadano común y corriente en temas de salud, educación, acceso a herramientas de trabajo para trabajar desde casa sin que se expongan en los trayectos. Si bien la tecnología está ahí, es importante que las empresas apliquen metodologías ágiles para transformarse. No es necesario que se lleve a cabo un megaproyecto de transformación, sino, primero hay que ir concretando pequeños logros que nos muestren impactos en temas de eficiencia, progreso, que generen ahorros y transmitan confianza.
¿Por qué ocurría esa timidez para implementar nuevas tecnologías?
Las empresas son más reactivas que proactivas, en muchos casos; y el proceso de transformación digital necesita más proactividad. Las compañías que más se han acelerado en este tema son las que tienen mayor competencia local. Y en un mercado globalizado, en seis meses puede llegar un nuevo competidor de otro país que puede captar una tasa de mercado y no lo viste.
¿Por qué es tan necesaria ahora la digitalización?
Una de las prioridades de los líderes empresariales es tener saludables a los colaboradores, para evitar que se expongan al virus. Además, hay tres sectores claves: necesitamos tener comida, salud y educación. Esos son los sectores que con mayor urgencia están tomando decisiones de transformación. Otro ejemplo es el tema de digitalización de documentos. ¿Cuántos contratos no se firmaron en estas seis o siete semanas de aislamiento, dado que no contamos con ese proceso? Desde temas tan básicos como ese hasta servicios como la telemedicina, pues, hay muchas clínicas que han cancelado citas, también hay muchos pacientes que requieren recetas para comprar medicamentos y no las tienen. Todo esto debe hacernos cuestionar la manera en que estamos trabajando. Lo mismo con las clases virtuales, hemos visto que no estábamos preparados para una situación como esta. Este es un desafío que nos invita a todos como sociedad a adaptarnos a las circunstancias.
¿Qué va a pasar con las compras por Internet?
Ahí cabe preguntarse qué tan preparado está el tema logístico como para enfrentar esto. El aspecto logístico tiene muchas oportunidades de digitalizarse con temas de geolocalización, monitoreo de activos, el tracking sanitario de los productos que nos llegan a casa va a ser fundamental.
¿Cuáles son los retos que nos esperan tras el COVID-19?
Según Ipsos, solo un 14% de las personas han asumido el teletrabajo. Si bien no todas las posiciones pueden ser ejecutadas en teletrabajo, sí creo que hay un porcentaje importante de crecimiento en esa práctica. Hoy, en la emergencia, y mañana, cuando tengamos la pandemia resuelta, el teletrabajo va a aumentar. El reto viene por cómo velamos por la seguridad de información, los datos personales y corporativos. También habrá espacios más amplios para trabajar en la misma oficina, los aforos van a hacer más reducidos. Por otro lado, vamos a tener una fuerza de trabajo donde va a aumentar la demanda de trabajadores con mayores competencias digitales. Pero estoy seguro que saldremos adelante.
AUTOFICHA
- “Soy Pablo Prieto Oyarce, chileno, ingeniero en información y control de gestión, estudié en la Universidad de Chile, en la facultad de Economía y Negocios. Llevo 7 años viviendo en Perú y ha sido una experiencia muy grata. Mi esposa es peruana, tengo dos hijos, ambos peruanos”.
- “Llevo 12 años trabajando en Tivit. Arranqué en la oficina que teníamos en Chile, desde el 2008 hasta el 2013, luego me vine a Perú. Empecé como alumno en prácticas. He visto temas de finanzas, innovación, gerencia comercial y ahora soy el gerente general en Perú”.
- “No fue difícil la decisión de venir a Perú dado que mi esposa es peruana y ya teníamos una relación y vivía en Chile conmigo. Venir significaba que ella esté más cerca de su familia directa que a su vez es mi familia; por eso fue sencillo. Y llegar acá y vivir el proceso de adaptación fue mucho más rápido”.