Cadenas de hospitales: una oportunidad en alza para la gestión en salud

Cadenas de hospitales: una oportunidad en alza para la gestión en salud
América Economía Moisés Menezes, digital business executive de TIVIT Brasil

Al igual que en países como Estados Unidos, América Latina está viendo un crecimiento de las cadenas de hospitales, algunas nacionales y otras panregionales, lo que muestra una oportunidad económica para las grandes firmas, en especial con la integración vertical que permite la adquisición de clínicas, consultorios, laboratorios y hasta farmacéuticas.

El reciente anuncio de Amazon, que ofrecerá en Estados Unidos atención médica primaria de bajo costo a usuarios Prime, mediante su programa de salud One Medical, no debería ser una sorpresa para nadie.

El hecho de que el retailer más importante del mundo esté listo para abrir la atención médica por US$99 al año a sus más de 100 millones de miembros Prime, viene a ratificar que la salud puede beneficiarse de las sinergias y economías de escala. 

Desde hace décadas ya existen grandes consorcios o cadenas de aseguradoras de salud que tienen hospitales como UnitedHealth Group, Cigna Corp, McKesson, Christus Health, entre muchas otras, que aprovechan este músculo para ofrecer más servicios clínicos, con mayor ahorro y maximizando sus ganancias. Las ventajas de la sinergia en las operaciones hospitalarias son evidentes, con economías de escala, capacidad de compra, aprendizajes y prácticas compartidas.

En América Latina están presentes nombres globales y locales como Quirón Salud, Christus, UnitedHealth y los peruanos Auna y SANNA, donde el interés de estos grupos por crecer mediante fusiones y adquisiciones en la región no es pequeño.

Quirón Salud, por ejemplo, pertenece al grupo alemán Fresenius y es el mayor grupo hospitalario privado de España, desde donde controla la actividad en Latinoamérica, donde cuenta con siete centros hospitalarios en Colombia y Perú, desde su llegada en 2016

En mayo de este año el grupo sanitario puso en venta su negocio en Latinoamérica (Colombia y Perú), donde cuenta con ocho hospitales. Su negocio estaba valorado en más de US$7.000 millones, con una demanda creciente de sus servicios en la región, que han impulsado la facturación un 12%.

En tanto que el Grupo Auna de Perú, opera en tres países de América Latina: ingresó a Colombia en 2018, cuando adquirió más del 97 % de las acciones de Promotora Médica de Las Américas, y junto a las operaciones en Perú, Colombia y México, administra unos 16 centros de salud. En esta edición del ‘Ranking de Hospitales y Clínicas de Latinoamérica’, la red hospitalaria participa con tres sedes: Clínica Las Américas Auna (17) y Clínica IMAT Oncomédica Auna (32), ambas en Colombia y Doctors Hospital Auna (36), en México.

Los Hospitales MAC son la segunda cadena de hospitales más importante en México por número de unidades, y en julio de este año anunció la firma de una alianza estratégica con General Atlantic, por US$160 millones para acelerar sus planes de expansión y crecimiento a través de la ejecución de iniciativas estratégicas, desarrollo de hospitales en nuevas ubicaciones, inversiones en infraestructura tecnológica y enriquecimiento de la oferta de servicios médicos a precios accesibles.

CREANDO SINERGIAS

En Chile, la red internacional Christus está presente como UC Christus, asociado a la Universidad Católica y tiene presencia en todo el país. “Somos una red docente asistencial con un gran compromiso social (…) brindamos atención a las poblaciones más vulnerables, y al mismo tiempo, estamos también entregando atención de salud a pacientes de ingresos más altos”, detalla Cristián de la Fuente, Gerente General de la Red de Salud UC Christus.

Nacida de la alianza de la Facultad de Medicina de la Pontificia Universidad Católica de Chile y Christus Health de Estados Unidos, la entidad es un perfecto ejemplo en el que la compañía usa su red para generar tanto economías de escala como estandarización de la experiencia de sus pacientes. 

En el caso de SANNA, una red privada de salud peruana, se maneja un complejo de atención compuesta por clínicas, centros clínicos, centros ocupacionales y servicios de asistencia médica a domicilio que tiene de socio a UnitedHealth Group, una de las compañías más grandes de salud del mundo. Además, su estructura corporativa se afirma en la empresa Pacífico Salud, dedicada al rubro de los seguros de salud y que es parte de Credicorp.

“Nuestra gran oferta de servicios, con más de 55 especialidades y subespecialidades médicas y equipos tecnológicos, permite que integremos lo mejor de la medicina peruana en términos de infraestructura, talento humano, tecnología, buenas prácticas y capacidad resolutiva”, indica Francisco Feliu, Gerente General de SANNA para las clínicas San Borja y El Golf.

En la actualidad, SANNA cuenta con diversas sedes a nivel nacional, cinco clínicas: Clínica San Borja y Clínica El Golf en Lima, Clínica Sánchez Ferrer en Trujillo, Clínica del Sur en Arequipa y Clínica Belén en Piura, las cuales ofrecen atención de emergencias, ambulatoria y hospitalaria; y seis centros clínicos: Centro Clínico Chacarilla, Miraflores, La Molina y Los Olivos en Lima, Centro Clínico y Ocupacional Talara y el Centro Clínico Cajamarca, los cuales ofrecen servicios de urgencias, atención ambulatoria y salud ocupacional.

En tanto que los hospitales de la Red Américas, también del grupo estadounidense UHG, está compuesta por 12 hospitales y 28 clínicas médicas reconocidas, distribuidas en cinco estados brasileños: São Paulo, Río de Janeiro, Pernambuco, Ceará, Rio Grande do Norte y el Distrito Federal, con una estructura que suma 1.923 camas y más de 13.000 profesionales.

“Impulsamos el crecimiento de manera consistente, alineando los recursos con el retorno estratégico para el negocio. Somos una empresa guiada por la sustentabilidad, enfocada en la eficiencia, ofreciendo más calidad y seguridad a nuestros pacientes, familiares y sus acompañantes”, indica José Emílio Bueno, Director Ejecutivo de Operaciones de la Red Americas, la red de hospitales del gigante UHG en Brasil, agregando que ofrecen en toda su red desde el diagnóstico hasta la finalización del tratamiento.

También cabe destacar la producción científica aplicada y la integración con otros centros médicos nacionales e internacionales. “Trabajamos de manera integrada y completa, brindando servicios sólidos en todos los extremos del proceso. De esta manera, ofrecemos una calidad y seguridad aún más sólida en cada etapa de la atención, lo que contribuye a una mejor experiencia del paciente, además de un resultado clínico efectivo”, añade Bueno.

“Cuando [estas instituciones] van generando este tipo de cadenas, pueden ir replicando todas aquellas estrategias que resultan costo efectivas y que pueden mejorar el nivel de acceso y de innovación en tecnologías sanitarias”, explica Benjamín Ahumada, académico e investigador del Instituto de Salud Pública de la Universidad Andrés Bello, en Chile.

De esa forma, para las cadenas hospitalarias es mucho más fácil administrar costos y definir precios, opina el especialista, que tiene su propio observatorio de salud, denominado Faro Salud y que además trabajó en Fonasa. 

“Consideramos que la clave para seguir creciendo como red de salud y posicionarnos en el sector, es resaltar los diferenciales y fortalezas de cada una de nuestras sedes, trabajando de forma transversal con los equipos, realizar derivaciones oportunas y así optimizar tiempos (...) Cada una de las sedes de SANNA está comprometida con el mismo propósito y todos trabajamos con un modelo de red integrada de servicios, [que] nos permite seguir creciendo desde distintos frentes y lograr cerrar completamente el círculo de la atención, para así brindar prevención, recuperación y rehabilitación de la salud” declara Feliu.

En ese sentido, la cadena peruana destaca su capacidad de digitalizar y automatizar procesos, junto a herramientas tecnológicas como aplicaciones móviles, inteligencia artificial, Big Data y Analytics para mejorar la experiencia del paciente, optimizar la gestión comercial y ofrecer servicios personalizados, además de teleconsultas y automatización en el agendamiento de horas médicas.

“En el frente de atención al cliente, buscamos reducir los tiempos de espera y mejorar la experiencia en cada etapa, desde el agendamiento hasta el pago de consultas. Nuestro objetivo es que el paciente, desde su dispositivo móvil, pueda gestionar todas sus interacciones con nuestras clínicas de manera fácil y eficiente”, enfatiza el CEO de SANNA.

Aun así, las clínicas y hospitales privados no están ajenos a los problemas de la inflación, por ejemplo. 

“Como en todo el sector de la salud complementaria, la inflación tuvo un impacto en las tarifas, pero también nos trajo lecciones. Dentro de nuestro compromiso con el crecimiento sustentable, con la entrega de atención médica de calidad a los pacientes, estamos enfocados en una gestión eficiente de la operación para impulsar cada vez más la excelencia en la atención médica en todas nuestras unidades hospitalarias y ambulatorias”, explica José Emilio Bueno, de la red UHG.

En ese sentido, también se refieren a los desafíos y obstáculos al crecimiento que se imponen actualmente para mantener la sostenibilidad del sector salud en su natal Brasil: “Cambios en el comportamiento demográfico brasileño pospandemia, envejecimiento de la población, incorporación de nuevos medicamentos y tecnologías sanitarias de alto costo, crisis de los planes de salud, entre otros. aspectos ya conocidos en el sector. Son necesarias varias iniciativas fruto del alineamiento entre todos los equipos, para fortalecer la integración de soluciones sanitarias para nuestros pacientes y sus familias en sinergia con el ecosistema, capaz de satisfacer estas múltiples necesidades del mercado”, declara.

Para UC Christus, en Chile, no ha sido fácil conciliar el aumento de precios reales con los precios finales a pacientes que fija la red pública y privada del país, dividida entre el Fondo Nacional de Salud (FONASA) y las instituciones de salud conocidas como ISAPRES.

“Aproximadamente el 34% de nuestra estructura de costos corresponden a remuneraciones del personal, las cuales se ajustan según la inflación. Sin embargo, los precios fijados por FONASA y las ISAPRES no siempre siguen esta misma tendencia, y a menudo se reajustan a niveles inferiores a la inflación. Por lo tanto, nuestros costos tienden a aumentar a una tasa más alta que nuestros ingresos por ventas”, dice el CEO de UC Christus, Cristián de la Fuente. 

Para enfrentar ese desafío, la entidad utiliza dos estrategias. Primero, aumentar los volúmenes de venta, buscando ser más eficiente. “Ahí es donde nos apoyamos fuertemente en la implementación de tecnología, en la facilitación del proceso, y en la transformación digital de la organización. El ser una red de salud nos permite enfrentar todo este crecimiento con el mismo costo, sin incrementar demasiado la cantidad de colaboradores, generar más volumen, y así lograr economía de escala. Adicionalmente podemos realizar negociaciones con los proveedores para poder acceder a mejores precios”, detalla Cristián de la Fuente.

Y, en segundo lugar, UC Christus explica que buscan ser más costo-eficientes para solucionar los problemas de salud, y, por ejemplo, trasladar todas las cirugías que se pueden hacer ambulatorias a un centro médico que tenga menores costos que un hospital de alta complejidad.

Para Ahumada, lo que describen las tres instituciones -UC Christus, SANNA y UHG Brasil-  ha permitido un desarrollo importante de establecimientos privados, que crecen no solamente con una clínica específica.

“En la medida que los establecimientos logran ser productivos, como la mayor parte de los costos de los hospitales son fijos, cuando logran hacer más prestaciones, estos disminuyen”, explica. 

Con todo, las inversiones en salud de parte de estas cadenas no para. 

SANNA busca instaurar en el corto plazo un ecosistema 100% digital que permita a los pacientes gestionar sus necesidades de salud desde cualquier lugar: a través de la web y el aplicativo móvil, el paciente podrá agendar y pagar sus citas, solicitar un médico a domicilio, delivery de medicamentos, revisar sus resultados de laboratorio, entre otras funcionalidades.

“Para obtener el máximo de los beneficios de los canales digitales tenemos a Susanna, el asistente virtual de SANNA, un bot complementario en la aplicación que busca acompañar y orientar al paciente en la gestión de su salud. En las clínicas SANNA, hemos implementado tótems de auto atención equipados con pantallas táctiles para proporcionar información de servicios y productos de manera rápida y sencilla”, declara Feliu.

Son muchos los proyectos e inversiones que AMIL ha hecho en Brasil, los que incluyen junto a muchos otros, alrededor de R$ 140 millones (US$ 28,7 millones) en Oncología, equipamientos de última generación y equipos especializados para el Centro de Medicina Deportiva Samaritano, en São Paulo. También se invirtieron más de 12 millones (US$ 2,5 millones) en ortopedia en los hospitales Alvorada Moema, Samaritano Higienópolis y Samaritano Barra, así como en el Centro de Trasplantes del Hospital Samaritano Higienópolis

“Estamos siempre atentos a las transformaciones e incorporando tecnologías que permitan avances efectivos en el diagnóstico y tratamiento, como el área de oncología genética, por ejemplo, con orientación individualizada para la dinámica de los tratamientos, además de nuevos servicios dedicados a la alta complejidad”, indica José emilio Bueno.

Su plan es seguir dedicados al crecimiento sostenible, brindando calidad a los clientes y expandiendo sus unidades hospitalarias, equilibrando el talento interno y altos estándares técnicos. “Nos centraremos en una gestión eficiente, dado el escenario sanitario en su conjunto, impactado por la crisis, pero con estrategias eficientes tenemos la posibilidad de resultados optimistas en el mediano y largo plazo”, reafirma la institución.

En el caso de Chile, UC Christus ya tiene definida una Estrategia 2027, “que contempla un crecimiento orgánico fundamentalmente, pero no estamos cerrados a algún tipo de crecimiento inorgánico”, explica de la Fuente.

A pesar de enfrentar un panorama económico incierto a nivel mundial, la entidad destaca su espíritu de permanente crecimiento y desarrollo, como un nuevo Centro de Cáncer y el Centro de Innovación Clínica, entre otras inauguraciones.  “En abril de este año entró en operación el Centro Médico Santa Lucía, con consultas, procedimientos y pabellones de cirugía mayor ambulatoria, el que cuenta con 14.000 m2 construidos y una capacidad para sumar más de 150.000 nuevas consultas médicas en un plazo de tres años”, recalca el CEO.

Su crecimiento ocurre en la capital, Santiago, pero también en el resto del país con el objetivo de acercarse a sus pacientes. 

“En los últimos años, UC Christus ha realizado un esfuerzo para expandir su inversión y crecimiento hacia todos los segmentos de la población. Comprendemos que la salud es y seguirá siendo un tema prioritario para los chilenos”, enfatiza Cristián de la Fuente.

LA SALUD: NEGOCIO INTERESANTE

Así como las entidades médicas invierten en tecnologías y crecimiento, se aprecia un interés en Latinoamérica por especializarse en gestión de centros de salud. 

En EAFIT, Colombia, se cuenta tanto con MBA donde asisten profesionales de la salud, como un programa específico de Administración e Instituciones de la Salud. 

“Dentro de ese programa el contenido es mucho más específico y si bien combinamos todos los puntos que son transversales en el plano de la administración, los temas que nos enfocamos por completo en entender las lógicas específicas de la administración de esas instituciones que nos llevan a un sector económico llamado prestación de servicios de salud” comenta Juan Esteban Escalante, director del MBA, en el EAFIT.

Esto ocurre porque, junto con las especificidades propias de los hospitales y clínicas en cuanto a gestión, suele darse que sean médicos quienes gerencian tales instituciones. 

“La administración de entidades de la salud ha estado a cargo de profesionales que posiblemente no estén formados y cuenten con las competencias suficientes para poder hacer frente a una dinámica, a una realidad que requiere de unos conocimientos propios de la administración. Ser un médico, un excelente fisiópata no es sinónimo de ser un excelente gerente”, destaca Escalante.

De forma similar, la maestría en Gerencia de Servicios de Salud, que ofrece ESAN en Perú desde el año está enfocada, en gestión de instituciones relacionadas al sector. “Eso incluye hospitales, clínicas, algunas empresas de seguros también. Y surgió por el déficit en management que existe en ese sector”, detalla César Neves, Director de la Maestría en Gerencia de Servicios de Salud de ESAN.

Nuevamente, la razón es que en Perú, como en otros países, existe el paradigma de que una institución de salud debe ser gerenciada por un médico. “Pero los buenos médicos no saben nada de gerencia, eso no es parte del expertise que les enseñan en la facultad. Entonces normalmente lo que pasa es que los hospitales pierden a un buen médico y ganan un pésimo gerente”, advierte Neves.

Por otra parte, la gestión hospitalaria está, más que nunca, ligada a la tecnología y los hospitales y clínicas están embarcados en megaprocesos de transformación digital. 

Inteligencia artificial, telemedicina, fichas clínicas de pacientes, exámenes y gestión misma del hospital pasan a estar en la nube. Y es ahí donde entran empresas como Tivit, ex Synapsys, que trabaja en la digitalización de los procesos.

“Hay muchos casos, de grandes grupos que empiezan a adquirir otros hospitales, a formar grandes cadenas. Y sucede mucho que esos nuevos hospitales tienen su sistema legado distinto al del grupo que los ha adquirido. Los dos muchas veces no son compatibles”, explica Moisés Menezes, digital business executive de TIVIT Brasil, a cargo del sector salud.

Y cuando esos sistemas no son compatibles, ninguno responde a las necesidades del negocio. 

Aunque la firma prefiere no entregar cifras, ya que cada caso dependerá del tamaño de la transformación que cada hospital o clínica necesite, la firma asegura que el retorno es mucho mayor que la inversión realizada. 

“En muchos casos que hemos presenciado, el retorno a la inversión se dio después de seis o siete meses, porque la cantidad de problemas que reduce es muy grande”, afirma.

En cuanto a los inversionistas que optan por el sector salud, este ha estado en el centro de la atención desde antes de la pandemia, poniendo un foco sobre las necesidades insatisfechas en muchos países del mundo. 

“En América Latina, países como Colombia, Chile, entre otros de la región, el sistema de salud goza de un nivel de desarrollo destacado, comparado con muchas naciones del mundo, y es por ello por lo que los inversionistas extranjeros siguen apostando en ello”, indica Marcela Chacón, vocera institucional de TTR Data.

De acuerdo con los registros de la institución, 2020 tuvo un registro récord en el sector salud y, durante la emergencia del COVID-19, el sector de salud, higiene y estética fue el quinto más destacado del periodo en el mercado de fusiones y adquisiciones, superado por el sector tecnológico, financiero y de seguros, internet e inmobiliario. 

Lo que refleja la importancia de este sector durante la emergencia sanitaria y durante la coyuntura actual en el escenario latinoamericano, tomando en cuenta que entre 2019 y 2023 se dieron más de 500 deals por un grueso de US$5.764 millones.

“Una gran parte de las operaciones de M&A en este periodo han sido lideradas por fondos de capital privado, una muestra clara de que no solo se considera necesario la inversión en el sector, sino también que es altamente rentable”, dice Chacón.

Los fondos de capital privado también han jugado un papel clave en la ola de M&A reciente, con el fondo Brasileño Patria Investimentos entre los más activos del mercado, destacando las transacciones originadas en Colombia.

Algunas de las transacciones de mayor importe han sido la adquisición de Uniblue, el hospital Leforte, y el hospital Santa Lucía en Brasil.

En Perú, un país donde existe un déficit importante de servicios de salud, comparado con otros países de la región se ha visto una fuerte inversión en M&A del sector. 

“Asesoramos a Unilabs en la compra de Blufstein, después vimos la compra también de Arias Stella, que le han permitido a esta compañía, junto a otras adquisiciones tener buena participación en el mercado de diagnósticos”, detalla Guillermo Ferrero, abogado socio de Philippi Prietocarrizosa Ferrero DU & Uría (PPU) Perú.

Su firma ha asesorado a diversas empresas en la adquisición de firmas de salud, especialmente laboratorios. Su experiencia es que el mercado no se compone únicamente de clínicas o aseguradoras comprando otras clínicas. También están fondos de inversión que se mueven por todos los mercados de América Latina. 

“El apetito está ahí. Lo que pasa es que la potencialidad de convertir algo que vale uno en algo que vale tres o cuatro o cinco, es bastante grande”, afirma Ferrero. 

OPINIONES NEGATIVAS

A pesar de las buenas perspectivas, no todos están de acuerdo en que la verticalidad del negocio y grandes conglomerados de salud sean una panacea.

Mientras un estudio publicado por el Journal of Health Economics dice que los precios de los servicios prestados por los médicos adquiridos aumentan en promedio un 14,1%, una investigación publicada por Health Affairs afirma que "las relaciones verticales pueden ser una forma para que los médicos y hospitales combinen sus servicios y cobren precios más altos a las aseguradoras".

Un estudio del Medical Care Research and Review asevera, en tanto, que “la integración médico-hospital no mejoró la calidad de la atención para la inmensa mayoría de estas medidas [de calidad]. Si el bienestar del paciente no mejora después de la integración, puede haber otras razones por las que los médicos y los hospitales estén estableciendo relaciones más estrechas, tal vez para aumentar las ganancias”.

Y si bien todos los reportes provienen desde Estados Unidos, no es imposible que acá en Latinoamérica podría ocurrir algo similar.

Al respecto, Benjamín Ahumada es cauto. “Siempre, todos los modelos tienen beneficio y ciertas limitaciones o riesgos (…)  Por ejemplo, el problema que podría tener una integración vertical es que el usar los recursos de las organizaciones que se están entregando a cierto grupo de población podría inflar los precios”, puntualiza.

Sin embargo, al menos para el sector privado chileno el modelo parece funcionar.

“Hemos visto un desarrollo continuo de la medicina privada [en Chile] y el problema que tenemos de sensación de desprotección está alojado en una falla que tiene el sistema actual en la definición de precios que tienen los aseguradores y la poca fuerza que tienen de generar una presión real a la contención de costo. Esas son cosas que se pueden modelar y que, independiente de lo que se pueda señalar de la integración vertical, creo que podrían ser beneficiosas en la medida que se gestionen bien”, concluye Ahumada.  

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