La transformación digital no es solo una tendencia, sino una necesidad estratégica para las empresas que buscan mantenerse competitivas en un mercado donde la inteligencia artificial (IA), el machine learning y la automatización avanzada están cambiando las reglas del juego. Sin embargo, para aprovechar estas tecnologías emergentes, es indispensable contar con aplicaciones modernas, escalables y bien integradas.
Según Marjorie Guerra, Gerente Digital Business de TIVIT, «la modernización de aplicaciones potencia tecnologías como la inteligencia artificial. Tener sistemas actualizados permite que las soluciones de IA funcionen con mayor eficiencia, generen mejores resultados y sean más sostenibles en el tiempo»
Datos de Market Research Future respaldan esta urgencia: el mercado global de servicios de modernización de aplicaciones alcanzará los 32,7 mil millones de dólares al 2032, con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR) de 16,7%. Estas cifras reflejan el dinamismo de un sector impulsado por la digitalización, la nube y las nuevas exigencias del cliente final.
Marjorie Guerra advierte sobre cinco síntomas que indican que una app empresarial requiere modernización inmediata:
Las interrupciones constantes y la lentitud afectan directamente la productividad de los equipos y generan frustración en los usuarios. Una app inestable no solo disminuye la eficiencia operativa, sino que también daña la reputación de la empresa.
En un mundo móvil, las aplicaciones deben funcionar de forma óptima en celulares, tablets y navegadores actualizados. Si una app no ofrece una experiencia fluida y responsiva, pierde competitividad y clientes.
Cuando las tareas clave siguen realizándose de forma manual, se incrementa la posibilidad de errores y se ralentiza el trabajo. Automatizar es hoy un imperativo para escalar operaciones con agilidad.
Una aplicación que no puede conectarse fácilmente con otras herramientas o plataformas tecnológicas limita la innovación. Esto también impide la adopción de soluciones de inteligencia artificial o big data.
Cuando los recursos tecnológicos se destinan a resolver errores en lugar de desarrollar nuevas funcionalidades, la empresa pierde la oportunidad de evolucionar digitalmente.
Contrario a lo que muchos empresarios creen, modernizar una aplicación no implica desarrollarla desde cero. Se trata de rediseñar interfaces, migrar a arquitecturas flexibles, fortalecer la seguridad, conectar con la nube y preparar los sistemas para adoptar IA y automatización.
«Muchas empresas quieren implementar inteligencia artificial, pero aún no tienen sistemas que puedan sostenerla. La modernización es el paso que permite que esas iniciativas prosperen con resultados reales», enfatiza la ejecutiva de TIVIT.
Marjorie Guerra sugiere una hoja de ruta clara para las empresas que buscan modernizar sus aplicaciones:
Este enfoque escalonado permite avanzar de forma segura y sostenible en la adopción de tecnologías disruptivas.
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