Desde el pasado 16 de marzo, en Perú nos hemos sumado al aislamiento social obligatorio, misma situación que ya afectó a millones de personas en diversas partes del mundo y que, sin duda, ha conllevado a una introspección colectiva, donde la consigna prioritaria es y seguirá siendo mantener la salud de nuestras familias, colaboradores y la comunidad.
Por Pablo Prieto, Gerente General de TIVIT
Perú Si bien la transformación digital de las compañías se venía adoptando con algo de timidez en el país y en Latinoamérica en general, esta pandemia impulsará un nuevo ritmo que acelerará la ejecución de las iniciativas que ya existían, pero estaban estancadas en diversos estados de maduración organizacional, y ampliará la agenda digital con nuevas propuestas de corto y mediano plazo que permitan retomar la productividad de las empresas. Una de las iniciativas, que las restricciones sanitarias han acelerado en el país, es el ‘Teletrabajo’. Aunque algunas organizaciones ya venían experimentando esfuerzos aislados con esta modalidad, el 16 de marzo esto dejo de ser opcional para muchos, pero pese a esto, y según el reciente estudio de IPSOS del mes de abril, solo hay un 14% de los encuestados que declaran estar desde casa teletrabajando.
Esta estadística es un claro llamado a que las industrias tecnológicas asuman un rol protagónico como facilitadora de esta práctica, que permite conjugar el distanciamiento social y la productividad económica del país. Pese a que esto no aplica para todas las posiciones laborales, aún hay mucho espacio de crecimiento para el teletrabajo, por lo cual es fundamental contar con herramientas de colaboración, garantizar accesos a plataformas, contar con redes de conectividad rápidas y confiables. Asimismo, disponer de almacenamiento en la nube, habilitar nuevas estrategias de seguridad informática que mitiguen los riesgos asociados a la protección de información, eliminando el potencial en vulneración de datos que generan la gran cantidad de amenazas cibernéticas que evolucionan a diario, entre otras disposiciones que hoy ya son factibles en el país.
Para lo anterior, es fundamental un trabajo unido entre los distintos actores de la industria, que nos permita complementar fortalezas para dar soporte a los distintos sectores productivos del país, proteger los empleos, reactivar la economía y, por, sobre todo, mantenernos saludables.