La Inteligencia Artificial Generativa (GenAI) es una tecnología que trabaja a partir de modelos de aprendizaje que son gradualmente entrenados, se sostienen en grandes volúmenes de datos que los alimentan y que provienen de distintos orígenes.
En cuanto a datos específicos de su efecto en la economía digital, un informe reciente publicado por McKinsey estima que la GenAI puede generar potencialmente entre US$2,6 y US$4,4 billones de valor para la producción en varios sectores.
Incluso un informe reciente de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sugiere que la GenAI no eliminará empleos, sino que los complementará.
La expansión del conocimiento de GenAI se ha acelerado debido a que fue fácilmente aplicada en casos de la vida cotidiana, haciendo las actividades más cómodas y rápidas.
Entre algunos casos de uso que ayudaron a su popularidad se encuentran:
La GenAI se relaciona al concepto de GANs (Generative Adversarial Networks), el cual consiste en entrenar dos modelos en competencia en base a un generador y un discriminador. Dependiendo del caso de uso y el propósito, esta técnica puede ser complementada con otros modelos generativos que trabajan a partir de distribuciones probabilísticas y arquitecturas más complejas.
En el caso de TIVIT, en la actualidad contribuye con las empresas a revolucionar sus procesos con eficiencia y acelerando su transformación digital basándose en la aplicación GenAI. “En la compañía utilizamos la plataforma Athena, que puede ser aplicada en diversos segmentos o sectores del mercado, con fines de optimizar tiempo, reducir gastos y apoyar en la toma de decisiones estratégicas. Dentro de los principales beneficios de Athena, está la integración de la misma con principales herramientas de comunicación del mercado, la escalabilidad y la confiabilidad”, detalla Marjorie Guerra, Gerente de Digital Business de TIVIT Latam.
Este panorama de crecimiento exponencial, tiene también grandes desafíos, que van de la mano de abordar las cuestiones éticas al diseñar modelos de IA cómo: garantizar la calidad de los datos, que los mismos representen coherencia en sus resultados, que no exista un sesgo o datos que desvirtúen, la transparencia de la información base, la seguridad de la información, la garantía de privacidad de data sensible, la interpretación que puede darse a los resultados, así como la veracidad de los mismos.
Asimismo, al seguir escalando las soluciones en base a IA se requiere niveles computacionales más altos y por ende mayor inversión, lo cual puede converger en un desafío constante.