La pandemia transformó las operaciones comerciales y productivas de la noche a la mañana. Con la llegada del covid-19 a la región, la mayoría de las organizaciones se vieron obligadas a adaptar su forma de trabajo, enfrentando nuevos desafíos en términos de accesibilidad y de seguridad.
Una de las herramientas tecnológicas que ganó terreno con la crisis sanitaria fueron los ‘escritorios virtuales’, también conocidos como ‘escritorios de servicio (DaaS)’. Estos se caracterizan porque sus servidores, al estar ubicados en un datacenter, se convierten en una herramienta clave que permite a las empresas almacenar su información en la nube y habilitar nuevos puntos de trabajo, un factor esencial en tiempos de pandemia y de distanciamiento social.
El uso de estas soluciones –que se alojan en la nube– hacen posible que el trabajo remoto se ejecute de forma productiva y fluida. Otras ventajas de los escritorios virtuales son que permiten reducir los costos administrativos y de mantenimiento de licencias. Además, facilitan la solución de problemas y se caracterizan por proteger la información y las bases de datos de los ataques cibernéticos. Este último punto toma relevancia si se tiene en cuenta que según la firma de ciberseguridad Kaspersky, entre enero y septiembre de 2020 se registraron más de 32,7 millones de ataques cibernéticos contra las empresas de América Latina.
Para construir los escritorios de servicios es necesario contar con una herramienta que permita transportar el teléfono y la videoconferencia hacia el PC del usuario. También es esencial fortalecer el ingreso a las redes corporativas a través de herramientas como las conexiones vía VPN. Lo anterior, acompañado de una solución de nube ofimática, permite contar con un escritorio virtual seguro para las empresas y clientes.
“Los escritorios virtuales simplifican el acceso remoto a aplicaciones y herramientas, fortalecen la ciberseguridad e impulsan la continuidad operativa de las empresas sin necesidad de un hardware, proporcionando agilidad y seguridad en la adopción del teletrabajo. Otra de sus ventajas es la administración centralizada de aplicaciones, pues es posible acceder desde un ordenador o dispositivos móviles, facilitando la aplicación de las políticas organizacionales”, explica Francisco López, Country Manager de TIVIT en Chile.
Aunque las herramientas digitales como los escritorios de servicios y la nube están tomando cada vez más fuerza, es clave ser conscientes de sus ventajas y riesgos. La transformación digital llegó para quedarse, por lo que es vital que las empresas entiendan la importancia de acelerar sus iniciativas digitales –principalmente en términos de seguridad– para garantizar la continuidad del negocio.