Si bien América Latina está a la zaga de otras regiones en lo que respecta a transformación digital, ha ido ganando terreno.
La pandemia de coronavirus ha acelerado el proceso, ya que las empresas se adaptan a las cambiantes restricciones sanitarias y hábitos de consumo.
Para saber más, BNamericas conversó con Leonardo Covalschi, director para América Latina del proveedor global de servicios de TI integrados TIVIT.
BNamericas: ¿Cuál es la perspectiva en el frente de la transformación digital en América Latina para los próximos años? Por ejemplo, ¿la pandemia va a acelerar o ralentizar el proceso?
Covalschi: La pandemia está impulsando la transformación digital, por lo que el proceso definitivamente cobrará fuerza, especialmente cuando se trata de trabajo remoto, comercio electrónico y logística digital. Del mismo modo, las áreas que habrían tardado mucho más en adaptarse se han estimulado en gran medida hoy debido a las restricciones de movimiento.
Para Latinoamérica, los servicios de computación en la nube –un gran aliado de la transformación digital– continuarán evolucionando. De hecho, según las estadísticas de IDC [empresa de investigación], en los próximos cinco años, la computación en la nube crecerá más de 25%.
BNamericas: ¿Cuáles son los países que más han evolucionado en los últimos años y durante la pandemia y por qué? ¿Qué han hecho de manera diferente al resto de los países?
Covalschi: El país que lideró la carga es China. Esto está básicamente relacionado con la cantidad de teléfonos inteligentes y aplicaciones, el desarrollo de métodos de pago y el acceso a las telecomunicaciones y la logística y el precio de las mismas. Claramente, China es el país que ha tomado la delantera en todo lo que es la transformación digital, especialmente en las esferas financieras y de pagos. Por supuesto, Estados Unidos ocupa el segundo lugar, todo debido a sus grandes avances en la transformación digital. En cuanto a América Latina, el país líder es Brasil, básicamente por su volumen y tipo de mercado de aproximadamente 200 millones de personas, y en el que varias compañías de tecnología ya cotizan en Nasdaq, la bolsa de valores electrónica automatizada más grande de EE.UU., o en NYSE [la bolsa de Nueva York].
Estas naciones han logrado alcanzar estas posiciones de liderazgo a través del trabajo que se hace en el área de ecosistemas de innovación, particularmente en términos de interacción entre la industria de la telefonía celular y la movilidad con la de TI.
BNamericas: En general, ¿algunos sectores o industrias avanzan más rápido que otros en América Latina?
Covalschi: Sí, hay sectores que progresan más rápido en la región y también en el mundo. Básicamente, el sector de tecnología financiera o fintech es un segmento que ha crecido considerablemente, en gran parte por la cantidad de aplicaciones financieras y móviles que se están desarrollando.
Otro sector que ha recorrido un largo camino son los medios de pago, como las tarjetas digitales, los códigos QR y sin contacto, además del comercio electrónico como Amazon y MercadoLibre y la transformación digital de los servicios de campo mediante el uso de tecnología de realidad aumentada. Por ejemplo, en Tivit estamos trabajando en un proyecto muy interesante en Perú, donde implementamos tecnología de anteojos inteligentes para llevar a cabo tareas de mantenimiento y reparación en plantas de energía. A través de estas gafas, los operadores se comunican en línea con un centro técnico que los guía en la realización del mantenimiento. Al mismo tiempo, envían documentación e información técnica directamente a los anteojos, por lo que el operador no necesita usar sus manos para que puedan llevar a cabo las reparaciones de manera oportuna, lo que aumenta en gran medida la disponibilidad de las plantas de generación.
El área de mantenimiento de campo en la industria y la conexión con centros remotos se está desarrollando rápidamente, además de todo lo que es logística y distribución, que están incorporando tecnologías de realidad virtual, IA [inteligencia artificial] y aprendizaje automático.
BNamericas: ¿Qué tan desarrollada está América Latina en comparación con otros continentes?
Covalschi: Obviamente, América Latina está menos desarrollada que Asia, Europa y Norteamérica. Ahora, también es cierto que las brechas son más estrechas que hace unos años, lo que facilita el desarrollo de proyectos de transformación digital con las tecnologías disponibles en Latinoamérica.
Las empresas latinoamericanas que tienen una estrategia clara y están dispuestas a invertir podrán reducir sus brechas, en relación con las compañías de otros continentes, acelerando su proceso de desarrollo y digitalización, y convirtiéndola en una gran oportunidad de crecimiento.
Y, aunque siempre existieron estas diferencias tecnológicas entre las empresas latinoamericanas y otros continentes, ahora son más fáciles de superar debido a los grandes avances en la digitalización. También es importante recordar que hay varias compañías tecnológicas latinas que tienen valoraciones de miles de millones de dólares en el mercado.
BNamericas: ¿Qué desafíos podríamos enfrentar en el futuro con respecto a la transformación digital en América Latina?
Covalschi: La pandemia está impactando fuertemente a América Latina en términos de transformación digital. Esto, a no olvidar, es la integración de nuevas tecnologías en todas las áreas de una empresa para cambiar la forma en que funciona. Su objetivo es optimizar los procesos, mejorar la competitividad de una empresa, ofrecer más valor al cliente y proporcionar una nueva experiencia de usuario para los clientes.
En otras palabras, la transformación digital es todo lo que abarca el impacto de las nuevas tecnologías en una empresa que debe analizarse desde cuatro perspectivas: estrategia, procesos, personas y tecnología; todo con un enfoque en el cliente, el desafío más importante para cualquier empresa.
BNamericas: ¿Cuáles son los principales beneficios y riesgos de la transformación digital? ¿Cuáles son las barreras más comunes?
Covalschi: Los principales beneficios de la transformación digital con una buena estrategia digital ejecutada correctamente pueden traducirse en una aceleración muy importante del negocio, además de hacer que los procesos comerciales sean más simples y rápidos, y tener una cobertura, tanto regional como profunda, mucho más grande que antes.
Uno de los riesgos de la transformación digital es que se considera más como un problema de moda o tecnológico que como una nueva estrategia y proceso que comienza y termina con las personas, y con un fuerte enfoque en los clientes. Por lo tanto, es muy importante ser claro acerca de las cuatro estructuras de transformación digital: estrategia, procesos, personas y tecnología, pero donde las personas, la capacitación y el entrenamiento son la parte fundamental: el núcleo y el mayor desafío para la región.
Si las estrategias y procesos de aceleración se implementan correctamente habrá un aumento en el volumen de negocios de la compañía y, como consecuencia, mayores ganancias y beneficios.
BNamericas: ¿Qué estrategias deben implementar las empresas para adaptarse a la nueva transformación digital?
Covalschi: Esto dependerá de cada empresa. Aquí lo importante es repensar el negocio. En otras palabras, preguntarse cómo la tecnología en la nube, la modernización de aplicaciones, la realidad virtual y la IA impactan en el negocio y reflexionar sobre cómo se pueden aplicar.
Hay que pensar de manera original y digital, considerando, por ejemplo, que el 'país' más grande –el que tiene más interacciones con personas, no es China– sino Facebook.
Los procesos actuales no deben digitalizarse: hay que diseñar una nueva experiencia de usuario y cliente. Debe entenderse que la cadena de valor de la empresa no solo está dentro de ella, sino que también incluye a proveedores y clientes. Las firmas también tienen un gran desafío para acelerar todos sus procesos, ya que el "tiempo de comercialización" es cada vez más importante.
Dado lo anterior, todos estos aspectos deben considerarse para redefinir una estrategia y luego analizar al personal, capacitarlo e incorporar nuevos perfiles según sea necesario. Finalmente, la tecnología es un socio al que hay que unirse, un actor secundario en la transformación digital, pero el enfoque debe estar en las personas y el cliente.