Este 2020 ha estado marcado por la transformación digital de casi todas las operaciones comerciales y la necesidad de adaptarse a los cambios. La accesibilidad es, por supuesto, un gran aspecto de esta nueva realidad. Con ella, han llegado nuevas ideas para el trabajo remoto que millones de personas adoptaron recientemente.
Un estudio de PricewaterhouseCoopers (PwC) nos revela que un 98% de empresas peruanas adoptó el trabajo a distancia y que un 89% tiene planes de continuar con dicha modalidad, aun cuando algunas restricciones están levantándose.
Para compañías relacionadas con las tecnologías que permiten una mejor experiencia a la hora de establecer un sistema de trabajo remoto, esto resulta de mucha importancia y es vital continuar innovando en la presentación de soluciones que permitan asegurar el flujo necesario.
Escritorios virtuales: ¿para qué sirven?
Una de las iniciativas más llamativas es la adopción de escritorios virtuales, también llamados escritorios hosteados o DaaS (del inglés: data as a service). Estos suponen que la capacidad de procesamiento de un computador físico no recaiga en su propio hardware, sino en un servidor, lo que al mismo tiempo permite a las empresas almacenar y organizar su información sensible en la nube y hasta habilitar nuevos puntos de trabajo.
Según Pablo Prieto, gerente general de TIVIT en Perú —una de las compañías con mayor avance en soluciones de la nube en la región— los escritorios virtuales simplifican el acceso remoto a aplicaciones y herramientas, además que fortalecen la ciberseguridad, impulsan la continuidad operativa y todo sin depender de una solución de hardware específica.
El trabajo remoto se hace productivo y fluido gracias a las soluciones en la nube, puesto que “no se limitan a una situación de contingencia o emergencia”, además que implica beneficios como reducción de costos administrativos y de mantenimiento de licencias, facilidad de brindad seguridad y confianza para guardar la información, etc.
Prieto es claro al afirmar que no todos son beneficios sin riesgos y resalta que la adopción de herramientas digitales debe ser responsable, con una mayor consciencia a sus virtudes y peligros: “La transformación digital llegó para quedarse, por ello, las empresas deben conocer la necesidad de acelerar las iniciativas digitales, en relación con la seguridad y continuidad del negocio”.