En la Argentina, de acuerdo con un estudio del IAE Business School, solo un 33 por ciento de las mujeres hace parte del total de estudiantes de carreras de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés). Además, aunque seis de cada diez universitarios son mujeres, solo el 25 por ciento de ellas estudian ingeniería y ciencias aplicadas.
La problemática va más allá del ámbito académico. En América Latina, por ejemplo, menos del 25 por ciento de los trabajadores de la industria tecnológica son mujeres, y solo el 11 por ciento de los cargos de liderazgo en las empresas ‘tech’ son ocupados por ellas.
Esta realidad ha llevado a que diversos organismos públicos y privados de Argentina promuevan iniciativas encaminadas a reducir la brecha de género en el sector TI, buscando que el protagonismo femenino en la industria sea cada vez mayor. En junio de 2020, por ejemplo, se creó formalmente el Programa Nacional para la Igualdad de Géneros del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, cuyo objetivo es lograr que en las instituciones públicas y privadas se promuevan ambientes propicios en materia de igualdad de género.
Con relación al sector privado, vale la pena destacar que diferentes multinacionales y compañías venimos trabajando para alcanzar una verdadera inclusión femenina en el sector. Entre las iniciativas, se encuentra la alianza con organizaciones especializadas en la formación de mujeres y empresas para promover una economía digital más diversa, incluyente y competitiva en América Latina.
Sin embargo, todavía queda mucho por trabajar pues en los trabajos ligados al cloud computing, ingeniería de datos e inteligencia artificial, la participación femenina en la región es de apenas el 12, 15 y 26 por ciento, respectivamente. Los esfuerzos aislados no son suficientes: es necesario promover una sinergia entre el sector público y privado y la academia para incentivar la formulación de leyes que permitan aumentar la participación de mujeres en el sector y en las carreras STEM.
Para terminar, quiero mencionar que dentro de la estructura orgánica de las organizaciones debemos facilitar rutas de crecimiento que permitan que más mujeres ocupen cargos de liderazgo; y que el área de Recursos Humanos desempeñará un rol fundamental en términos de atracción de talento femenino realmente capacitado. Sí, la implementación de mejores garantías y oportunidades para la mujer en la industria TI será un proceso largo, pero, sin lugar a duda, muy enriquecedor.