Hace ocho años, tres estudiantes de diseño utilizaron la internet para alquilar habitaciones vacantes en el apartamento donde vivían y, consecuentemente, reforzar el presupuesto doméstico. Lo que era una maniobra para equilibrar las cuentas de la casa, hoy es un negocio valorado en millones de dolares presente en más de 190 países y que colocó en aprietos a los sectores hotelero e inmobiliario. ¿El nombre de esta iniciativa? Airbnb.
Impulsado por internet, el Airbnb rompió paradigmas al conseguir ofrecer al público un servicio más interesante, más práctico y más barato que los reproductores tradicionales. Logró ser la mayor empresa de hospedaje de la actualidad sin construir hoteles o habitaciones. Se convirtió en la pesadilla de gigantes como Marriott y Hilton.
La hostelería no fue la única sacudida por iniciativas provenientes de startups tecnológicas. Uber, en el sector del transporte y Netflix, en la industria cinematográfica también causaron un temblor en sus áreas de actuación rompiendo la lógica de sus respectivos mercados. Al analizar brevemente estos casos surge la pregunta: ¿la transformación digital puede ser una amenaza para su negocio? ¡Sí y no!
Nuevas tecnologías y recursos digitales surgen de forma exponencial y trabajan juntos en todo momento.
Mídias Sociales, movilidad e Internet de las Cosas (IoT) asociados al procesamiento inteligente de big data y la capacidad de almacenamiento de la nube impulsan nuevas posibilidades.
El año pasado, por ejemplo, Brasil generó 1.000 millones de terabytes de datos y, tan impresionante como el volumen, es la variedad de información procesada.
Hoy, las personas se desplazan, usan hospedajes y consumen información y servicios de una manera totalmente diferente de hace una década. En esa nueva atmósfera se extinguieron algunas interfaces clásicas y muchas organizaciones no se reinventaron quedando atrás en un proceso que puede costar su negocio.
El actual momento es extremadamente propicio para crecer y encontrar nuevas oportunidades, pero es necesario tener disposición para adaptar el negocio a un nuevo escenario, dar más autonomía para gestores internos y aceptar una lógica más horizontal en la que las ideas y las sugerencias vengan de todos lados y mejor si es de los clientes.
El consumidor vive en ese nuevo escenario y sus elecciones siguen ahora un ritmo intenso, pero sutil.
El público se muestra dispuesto a comprar, seguir y recomendar marcas y empresas que ofrecen aplicaciones, canales digitales de relación y otras plataformas.
Sin embargo, la fidelidad a estas marcas ahora está condicionada a factores mucho más amplios. La ética, la transparencia y la agilidad son algunos de los más importantes.
A pesar de traer desafíos y complejidades, la realidad de la transformación digital no es una barrera insuperable. Si por un lado es amenazadora, por otro ofrece a los gestores más información y mejores condiciones de medición de resultados, lo que va a dar más condiciones de conocer a fondo el propio mercado en que actúan. Con clientes y socios interactuando en todo momento, las opciones y preferencias del público objetivo estarán más disponibles y las decisiones se podrán tomar de manera mucho más asertiva y menos intuitiva.
Para simplificar, el nuevo escenario permite que la transición a una realidad de innovación pueda realizarse en etapas, sin movimientos bruscos.
Entre las opciones, la TI bimodal surge como alternativa, pues permite que la empresa no deje de cuidar de las estructuras tradicionales al tiempo que se dedica a la creación de modelos innovadores de negocios.
Dentro de empresas medianas, por ejemplo, se puede comenzar la transformación por sectores como logística y transporte, dos termómetros importantes para el éxito de cualquier emprendimiento.
Para aprovechar todo el potencial transformador de esa realidad, la figura de los CIOs gana un peso inédito. Además, fomentar la innovación y crear un entorno de trabajo favorable al intercambio de información creará un escenario fértil para la implantación de nuevas tecnologías, grandes ideas y oportunidades.
Recuerde que la transformación digital es el mejor amplificador para dos cosas que usted ya conoce y que nunca saldrán de escena: creatividad y trabajo arduo.