A diferencia de lo que muchos creen, la telemedicina no nació como una respuesta a la pandemia del covid-19, pero sí se fortaleció con ella. Esta práctica, además de suponer ventajas para las entidades y pacientes en materia de costos y tiempos de operación, figura como una opción viable para aquellos pacientes que requieren controles periódicos y para las personas que son altamente vulnerables al nuevo coronavirus, pues padecen comorbilidades como la diabetes, sobrepeso o problemas respiratorios.
Estas razones han convertido a esta práctica en la gran protagonista de América Latina. En Colombia, por ejemplo, se realizaron más de 9 millones de citas de telemedicina entre los meses de marzo y octubre de 2020, de acuerdo con la Asociación Colombiana de Empresas de Medicina General (Acemi). En Argentina, con el propósito de fomentar esta modalidad entre la población, el Gobierno determinó la creación de un Plan Nacional de Telesalud y un Consejo Nacional de Telesalud. En otras naciones como Chile, donde se registraron más de 133.000 consultas por telemedicina hasta agosto de 2020, según las Instituciones de Salud Previsional (Isapres), la Superintendencia de Salud autorizó que los médicos prestaran sus servicios a través de los canales digitales prioritariamente y que pudieran entregar incapacidades médicas de manera virtual.
Teniendo en cuenta que la telemedicina es una práctica que se mantendrá en el futuro, es importante dar a conocer las tecnologías que la hacen posible:
Almacenamiento, disponibilidad y escalabilidad
Una de las herramientas tecnológicas más relevantes al hablar de telemedicina es la nube, pues permite almacenar datos e información de millones de pacientes de manera masiva y periódica, garantizando el acceso a los mismos en las situaciones y momentos donde se requiera. Es, además, una herramienta que gracias a su poder de cómputo, almacenaje, disponibilidad y escalabilidad garantiza la sostenibilidad de la operación a distancia.
La nube representa una oportunidad para las entidades sanitarias que deben -o quieren- desempeñar sus actividades de manera remota. Ejemplo de ello es el operador de salud más grande de Brasil, que confió en TIVIT, la multinacional especializada en soluciones Cloud, para implementar la solución Desktop As A Service, una herramienta que, alojada en la nube pública de Microsoft Azure, permitió que más de 600 profesionales de la entidad prestaran servicios médicos desde la seguridad de sus hogares.
Gracias a la solución Desktop As A Service, los profesionales de la salud tuvieron la oportunidad de acceder de manera remota a las aplicaciones y plataformas propias del sistema de la entidad, manteniendo así el acceso a documentos como los antecedentes clínicos de los pacientes y otros históricos acumulados. El empleo de esta solución significó para el operador de salud brasileño -que cuenta con más de 4,9 millones de beneficiarios- la oportunidad de mantener sus operaciones en medio de la crisis sanitaria sin inconvenientes.
Para que la telemedicina sea una realidad, también es necesario contar con una transmisión constante entre los datos de los pacientes, los miembros del personal médico y las entidades sanitarias. Por esta razón, es necesario que los países cuenten con redes de conexión digital más rápidas como las 5G. De acuerdo con la plataforma de datos Statista, para noviembre de 2020, en América Latina y el Caribe se constató un total de 11 despliegues comerciales de redes de quinta generación, siendo Brasil el país de la región que lidera en la disponibilidad de estas redes.
Internet de las Cosas, otro as ganador
Teniendo en cuenta que la telemedicina tiene limitaciones a la hora de atender pacientes que requieren de un seguimiento minucioso y detallado, el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés) se convierte en una gran opción para monitorear a los pacientes crónicos, especialmente aquellos que llevan algún dispositivo introducido en su cuerpo. Con esta tecnología, por ejemplo, es posible que un médico supervise de manera constante y desde su computadora el funcionamiento de un marcapasos digital que porte una persona de la tercera edad, evitando que el paciente tenga que salir de su residencia y exponerse al contagio.
Además de las soluciones implementadas por el sector de la salud para garantizar el éxito de la telemedicina, existen otras tecnologías que están facilitando el manejo de la crisis sanitaria. En Asia, por ejemplo, el uso de drones permitió identificar personas con fiebre en la calle a través de cámaras térmicas. En regiones como América Latina, por su parte, las aplicaciones digitales, a partir de un GPS y de analítica de datos, facilitaron las tareas de búsqueda, identificación y aislamiento de pacientes con covid-19. A nivel global, el Internet de las Cosas fue clave para el monitoreo inteligente de la temperatura y el cumplimiento de protocolos de bioseguridad.
Todas estas soluciones, como la nube y el IoT, han sido fundamentales para manejar y controlar la crisis sanitaria, demostrando que la tecnología es una extensión del ser humano y de sus capacidades. Aun así, es necesario contar con el apoyo de expertos como TIVIT a la hora de implementarlas. Hacerlo permitirá sacarle mayor provecho a cada herramienta y conseguir resultados de alto impacto.