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Conozca más información acerca de una de las nubes más importantes del mundo: Google Cloud Platform
Para que Google pueda ofrecer lo que hace, tiene una enorme estructura entre los bastidores, organizando, procesando y distribuyendo una multitud de datos en todo el mundo a través de sus servicios. Desde sus inicios, para indexar y mostrar el número de páginas de su base de búsqueda en Internet, Google ha creado tecnologías que le permiten trabajar con grandes cantidades de datos de forma consistente y ágil, y esto ha creado la base para la nube y los grandes servicios de datos que ofrecerá en el futuro.
Con el tiempo, el perfil de los servicios ha cambiado: desde los servidores físicos y la cohabitación hasta el mundo de la virtualización llegando a la nube y estructuras serverless. Lo que nunca cambia, sin embargo, es el principio que rige todo esto: permitir que el cliente se centre en el negocio, no en el funcionamiento de la estructura de TI. Así, la empresa comenzó a aportar nuevas tecnologías inteligentes, automatizadas e innovadoras, que ayudaron a dar forma al futuro de las TI y a la forma en que las personas hacen negocios.
Veinte regiones y sesenta y un zonas en todo el mundo: allí se distribuye Google Cloud Platform (GCP). Para garantizar la máxima fiabilidad en sus servicios, Google ha instalado cables submarinos protegidos con kevlar que conectan sus centros de operaciones, lo que ha generado la red privada más grande de una compañía fuera de la industria de las telecomunicaciones en todo el mundo. Esto facilita la prestación de un servicio con redundancia de datos y recuperación de desastres desde el principio.
Además de la seguridad física, Google sigue una filosofía de seguridad que se aplica a todo lo que hace: trust nothing. Esto significa que todas las camadas (operación, red, identidad, almacenamiento, software, y hardware) tienen su propia seguridad integrada, sin dejar nada al acaso ni a la suerte: todo está planeado para lograr la máxima eficiencia, incluyendo elementos de hardware propietarios, con una dependencia mínima de terceros y la máxima reducción de vulnerabilidades.
Aún en este tema, existe un equipo llamado Project Zero, un área de ciberseguridad enfocada en la búsqueda constante de fallas en Google. Ofrece premios (a veces millonarios) a quienes puedan encontrar vulnerabilidades en sus productos, estimulando la búsqueda constante de mejoras y trabajando para mantenerse a la vanguardia de las amenazas.
Finalmente, cabe recordar que servicios como Google Cloud Platform cumplen con los requisitos de compliance, gracias a las amplias y variadas certificaciones de la compañía en los más variados segmentos.
El GCP puede ser comprado con mucha flexibilidad en términos de volumen y potencia de procesamiento: Google escalona las máquinas con mayor flexibilidad para ofrecer servicios de una forma más individualizada. Además, también ofrece máquinas virtuales inactivas (llamadas preemptible VMs), ideales para workloads a corto plazo y hasta un 80% más baratas que las máquinas normales.
Como una forma de valorar al heavy user, el sistema ofrece automáticamente descuentos progresivos para aquellos que consumen máquinas virtuales, acumulando tiempo de uso entre varias máquinas para maximizar el tiempo de uso y reducir el coste final por hora.
El cliente puede contar con una amplia gama de servicios, tales como: procesamiento y base de datos, big data, machine learning y dev tools. La estructura GCP está preparada para ejecutar serverless, workloads de containers cómo Docker y sistemas de orquestación como Kubernetes, además de la línea de servicios de virtualización de VMware.
Además, hay una novedad que promete traer aún más rendimiento a su negocio: el Google Anthos. Con esta nueva solución, se puede optimizar el rendimiento de nubes como GCP, así como de híbridos, multicloud e instancias on-promises, lo que le permite ejecutar sus workloads y aplicaciones en varias ubicaciones con una única codificación. Esta solución se centra en la abstracción más que en la estructura y es de open source para ofrecer la máxima flexibilidad al usuario.
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