Ya es sabido que el distanciamiento social impulsó la práctica del trabajo y la educación remota, sumado a los demás procesos de aplicación tecnológica que la pandemia del Covid-19 potencializó, tales como el rastreo por GPS de infectados y la aplicación de Inteligencia Artificial en los sistemas de control. Pero detrás de toda esa maquinaría tecnológica, brilla por su importancia el uso o ausencia de las redes de quinta generación, conocidas como 5G.
Las redes 5G son esenciales en la solvencia de un país y la respuesta de sus dispositivos digitales de cara a la pandemia. De acuerdo con el estudio “Combatiendo Covid-19 con 5G”, realizado por Huawei y Deloitte, “la convergencia de 5G con otras tecnologías de análisis avanzado como Big Data, Inteligencia Artificial (IA) y el poder de almacenamiento de la nube, fueron muy útiles en el tratamiento de pacientes con Covid-19, al reducir el tiempo requerido, el trabajo manual y prevenir más contagios mediante el monitoreo”.
Esta aseveración fue el resultado del análisis de la experiencia de China en donde se utilizaron cámaras térmicas con redes 5G que facilitaron la detección de personas contagiadas de Covid-19 en lugares públicos, mediante imágenes HD que eran enviadas en tiempo récord a centros de análisis científico, específicamente cuando las cuarentenas comenzaron a levantarse. Estas redes posibilitaron hacer dicha transmisión de datos e información a una mayor velocidad de carga, no contemplada con anteriores redes inalámbricas.
De acuerdo con los investigadores, lo anterior hubiera sido casi imposible de lograr con redes 4G, por ejemplo, teniendo en cuenta la alta transmisión de datos que la red 5G pudo resistir y que derivó en una rápida respuesta del personal médico chino al contar con información actualizada recibida en tiempo real.
Pero, además, la relevancia del 5G se evidenció al tener en cuenta que actividades como hacer videoconferencias o consultas digitales, que se dispararon en todo el mundo este año, exigen velocidades de entre 50Mbps a 100Mbps para lograrse, y fueron potencializadas por la velocidad de carga 5G que sobrepasa los 10.000Mbps.
No obstante, esto invita a reflexionar sobre cuál es el panorama real de Latinoamérica referente al uso e implementación de redes de quinta generación donde, en consideración con las olas de rebrote masivo que se han registrado en países europeos, se vuelve vital contar con sistemas de monitoreo térmico que identifiquen personas y focos de contagio potencial a partir de los beneficios de dicha tecnología.
Se sabe que desde finales de 2016 diversos países latinoamericanos adelantaban la implementación de redes 5G en sus territorios. Para 2020, naciones como Perú, Aruba, Puerto Rico, Surinam y Trinidad y Tobago ya contaban con redes comerciales de quinta generación.
Actualmente hay países de la región que dan pasos hacia la licitación con empresas comprometidas con la transformación digital. En la lista se encuentran Argentina, Brasil, Colombia y México que para finales de 2020 e inicios de 2021 esperan otorgar concesiones para amplificar su espectro radioeléctrico con tecnología 5G.
No obstante, según The CIU, firma consultora estratégica en mercados globales y con especialización en América Latina, el Covid-19 hizo que se aplazaran la mayoría de licitaciones antes nombradas, lo que directamente significaría la postergación de llamativos beneficios que solo la red 5G puede brindar a la región.
Por ejemplo, de acuerdo a Qualcomm, empresa líder en tecnología 5G en México, la red de quinta generación podría disminuir hasta 10 veces la latencia de extremo a extremo, lo que haría la velocidad de conexión hasta 100 veces más rápida con la posibilidad de conectar muchos más dispositivos de forma simultánea. Del mismo modo, facilitaría la masificación en la región del IoT, o Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés.
Como se ha visto, dichos datos dejan de manera explícita la urgencia de los gobiernos locales de la mano de socios tecnológicos estratégicos de incentivar o, en su defecto, reanudar el paso hacia la transformación digital con la red 5G como medio de transmisión, coincidentemente en tiempos donde la inmediatez y el monitoreo minucioso pueden ayudar a salvar vidas.
Sobre este último punto, vale la pena destacar que para migrar hacia las redes 5G las empresas deben estar atentas a los cambios de infraestructura que posiblemente sean necesarios hacer, pues los dispositivos deben ser compatibles con la mencionada tecnología. Sin embargo, pese a que este proceso implicaría realizar inversiones, las ganancias y ventajas serían incalculables y, en todo caso, las compañías pueden contar con la asesoría de firmas expertas en el sector, como es el caso de TIVIT.