La disrupción tecnológica puede ser definida como la creación de una tecnología más eficaz, pero también accesible para el público consumidor, rompiendo con el modelo tradicional y permitiendo facilidades para que los consumidores modernos puedan adquirir productos y servicios de forma más interactiva. La empresa que se propone romper con el modelo patrón, consigue una ventaja competitiva.
Más que sentir que está con el mercado amenazado, es importante iniciar la disrupción tecnológica para su propia evolución, remodelando el negocio en su segmento y observando los nuevos patrones de consumo. Existen varios beneficios en invertir en la disrupción tecnológica. El primero de ellos es competir con los grandes jugadores del mercado. Aunque la tecnología sea emergente, la posibilidad de perfeccionarla es otra ventaja para la empresa, porque ayuda a conquistar y avanzar en el mercado poco a poco.
Un ejemplo que ya se comporta como un clásico es Netflix, que minó las rentadoras de películas. Su tecnología ha avanzado año tras año, y ahora lanzan sus propias series con base en los datos de sus consumidores. Antes, la empresa únicamente reproducía películas, series y documentales de grandes productoras. Ejemplos como este ya tienen volumen en el mercado independientemente del segmento.
La disrupción tecnológica transformó la manera en que las organizaciones retienen clientes. El primer cambio fue justamente en la expertise necesaria en relación con la atención al público, que pasó a contar con canales de comunicación directa y más eficaz con la empresa, facilitada por la tecnología; prueba de eso es el chat online. Su agilidad ayuda a resolver pendencias en minutos, lo que a través de medios tradicionales podría llevar días.
Otro beneficio fue la inserción de softwares de CRM, logrando que la gestión de correos y de las propias conversaciones por chat sean facilitadas, integradas a otros canales de comunicación. Esta tecnología permite una mayor personalización de servicio, ya que el programa viabiliza la reunión y recolección de datos para atender las demandas específicas de los consumidores y es justamente esa especialización lo que contribuye para la fidelización.
Este mayor control de la jornada de compra del consumidor proporcionado por la tecnología permite la conversión más simple de los clientes. De esta forma, los profesionales van a saber cómo y cuándo actuar. El hecho es que la disrupción tecnológica rompió con aquella antigua idea de que el cliente tenía que adaptarse al mercado, siendo que ocurre lo contrario.
La disrupción tecnológica actúa no solamente en el caso de empresas, sino en la nueva versión de la economía digital como un todo, puesto que, combinada con los avances tecnológicos, cambió nuestra forma de conducir los negocios online.
Ya estamos acostumbrándonos a términos como inteligencia artificial, blockchain, vehículos autónomos, drones, realidad virtual, entre otros. Pero cambios mayores están llegando. Y estamos apenas empezando una época que apunta a ser disruptiva, o sea, tanto las innovaciones tecnológicas como la desreglamentación de determinados mercados pueden dejar a las empresas de tecnología en situación más favorable para atacar a las compañías tradicionales.
Es hora de mirar al mercado y decirse a sí mismo, necesito actualizar mi negocio.