Eficiencia y productividad son elementos que forman parte de la operación de prácticamente cualquier empresa, en cualquier segmento. Y eso es particularmente cierto cuando se trata de TI.
Con un enfoque en la optimización del pipeline de equipos de desarrollo, en los últimos años han surgido y se han mejorado una serie de prácticas, que han ganado fuerza con la aparición de nuevas tecnologías que ayudan a acelerar este proceso con calidad y fiabilidad.
Para entender mejor cuáles son estas técnicas y tecnologías que han estado moldeando el panorama del desarrollo, lea este artículo y vea cómo pueden ser aplicadas en su empresa para ayudar a optimizar su propia producción.
El primer punto a entender es un término común actualmente en la tecnología: DevOps. Este concepto surgió originalmente para reunir y alinear mejor las áreas de proyectos y las operaciones de las empresas de tecnología. Basado en una metodología Agile, el DevOps (fusión de development y operations, en inglés) reúne a todas las audiencias relevantes para la realización de un proyecto -dentro y fuera del equipo de programación- en sus inicios, promoviendo reuniones periódicas de control y resolución de problemas, lo que reduce la necesidad de retrabajo, reduce errores, aumenta la fluidez de comunicación y tiende a no sobrecargar al equipo en general.
Junto al DevOps, la Continuous Integration (y el concepto paralelo de Continuous Delivery) es un término que también gana popularidad por ayudar en la eficiencia del proceso productivo en TI. En el caso de proyectos complejos, es habitual dividir las tareas entre equipos y profesionales, que ejecutan de forma independiente sus partes y luego unifican cada una de ellas en un todo. En este caso, la idea de CI es promover el máximo de integraciones como sea posible a lo largo del proyecto, en lugar de esperar a que todo se integre al final, lo que permite correcciones de errores más rápidas y reduce la presión del tiempo y el retrabajo cerca de la fecha de entrega.
Los beneficios de esta práctica son claros y ya están bien documentados: menor incidencia de errores en la entrega del proyecto, corrección de errores más fácil a lo largo del proceso de desarrollo, mayor flujo de integración y comunicación entre los miembros del equipo, mayor agilidad en la realización del proyecto, entre otros.
Para obtener estos beneficios, el primer paso importante es implementar esta visión con los gerentes de proyectos, operaciones y desarrollo, razón por la cual DevOps es una metodología que ha demostrado ser exitosa a nivel mundial y es altamente recomendada para aquellos interesados en implementar CI/CD en su empresa. Por eso, es imprescindible preparar previamente al equipo con formación y un sólido trabajo de comunicación, para que todos estén preparados para actuar de acuerdo con las nuevas pautas y expectativas, obteniendo así los mejores resultados.
Al mismo tiempo, están surgiendo tecnologías emergentes para ayudar a sacar el máximo provecho de estas metodologías. Tecnologías como Jenkins, Concourse y Buildbot ayudan a automatizar los pasos de desarrollo, agilizando el flujo de CI/CD. Paralelamente, herramientas como GitLab ayudan a mantener la coordinación del trabajo, con una visión clara de la historia de los cambios de código en el desarrollo. Esto, junto con herramientas de orquestación como Kubernetes y otros, son la base para maximizar el rendimiento de los equipos de DevOps y fortalecer su enfoque de CI/CD en la empresa.
Como podemos ver, la combinación de tecnologías avanzadas con estas metodologías de trabajo tiene un enorme potencial para optimizar el pipeline de desarrollo, con reducción de errores, aumento de la productividad y mayor integración entre los profesionales. Para las empresas que buscan maximizar su competitividad y optimizar sus procesos de trabajo, la implementación de CI/CD puede ser considerada una necesidad, por lo que debe ser cuidadosamente analizada para ser adoptada lo antes posible y así ayudar en la evolución de su negocio.